Adolescentes en sociedad acelerada II

Factores que pueden incidir sobre ellos:

• Estructura y actividades familiares.
• Evolución de la enseñanza y educación recibida.
• Otras fuentes de información que pueda recibir (Tv, cine, Informática).
• Estructura y actividades del “microsistema social” en el que haga su inmersión (grupo o panda).

Su propia actividad a la que le impulse su carácter y sus circunstancias ambientales De todos y cada uno de los grupos de factores se podría hablar ampliamente y, si nos es posible, procuraremos hacerlo en futuros blogs. Pero hoy comenzaremos por la estructura y actividades de la familia del adolescente:

• Familia ordinaria: madre, padre y un número medio de hermanos (2 a 6).
• Familia uniparental: madre o padre solteros o un miembro de la pareja fallecido.
• Familia de hijo único.
• Familia numerosa: más de 6 hermanos.
• Familia desestructurada por separación o divorcio de la pareja.
• Inmersión en una nueva estructura familiar del miembro parental que permanece.
• Pareja parental homosexual.

En cuanto a las actividades familiares podríamos considerar:

• Familias de de tendencia sedentaria. Actividad familiar con corto número de desplazamientos familiares a lo largo de un año (vacaciones, viajes).
• Familias viajeras con desplazamientos de residencia más o menos prolongados que conllevan cambios de los ambientes sociales que corresponde vivir al adolescente.

Como puede colegirse las circunstancias son de una diversidad inmensa; todos y cada uno de los apartados señalados nos pueden proporcionar materia para muchos blogs. Pero hoy queremos circunscribirnos a una sola circunstancia que puede ser común para todas las ocasiones: Relaciones del adolescente con el grupo parental.- Partimos de la base de que padre/madre constituyen uno de los seres-guía más importantes para que Adolescente acabe de formar su escala de valores y alcance a adquirir su “propia conciencia”. Señalemos de pasada que los otros seres-guía del Adolescente van a ser: el maestro, el héroe, y el grupo o panda. Según nuestro criterio estas relaciones deberían ser:

1. De frecuencia adecuada; quiero decir que, si no diarias, al menos de 2 a 3 veces por semana.
2. De duración apropiada a la temática que pueda surgir. Incluyo también las frases o indicaciones oportunas y esporádicas que se lancen al Adolescente en momentos receptivos de éste.
3. De contenido muy variado; sin intentar que siempre sean de temas trascendentes 4. Procurando aprovechar sobre todo “climas” emocionales del Adolescente y del ambiente propicios.
4. Huyendo siempre de “sermones” y “grandilocuencias” e incluso de frecuente y continuas advertencias y admoniciones; esto es, procurando el diálogo: Adolescente desea, busca y agradece ser escuchado, aunque nunca forzado a explicarse.
5. No olvidarse nunca por parte del padre/madre del valor fundamental de las dos primeras condiciones de la tolerancia respetuosa:

• Nadie es poseedor de la verdad absoluta.
• Hemos de estar siempre dispuestos no solo a oir, sino a escuchar la verdad del otro.

Y Adolescente ya tiene personalidad para ser el otro.